martes, 17 de enero de 2012

Me desperté cruzada

Me desperté cruzada
como si mis uñas se hubieran cambiado de lugar
y en vez de esperanzas tiernas
las hubieran quitado y dejado en mis labios
un par de eternos vocablos-pesimismos.
La noche atenta, es cierto,
contra la racionalidad que me caracteriza
y decreta lluvia desazón y pena
en un sueño que se añeja
de esperar en vano al olvido.

Me desperté cruzada,
y esto es total y absolutamente cierto
¡Soy ridícula y no me importa!
Ridícula de escribir ridículos versos
de tener una lucecita vaga
una chispa que salta cada tanto
de querer vernos enredados

y no sepultos,
--------------varados,
-----------------------tiesos.

Me desperté cruzada
y a este poema le sigue faltando algo
como una esperanza, un labio,
o mejor aún y por qué no,
un beso.

El espanto de las paredes, mientras tanto
me mira desahuciado y calla
con una pura cara de resignación.

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