domingo, 19 de febrero de 2012

No saben

No saben, no lo saben.

¿No saben que un día cualquiera tan caluroso

como decir un día cualquiera de febrero

un sistema de momentos encontrados

puede atacar, también, a cualquiera?

¿No saben?

¿No saben que saben las manos anunciadas en una luna

que aunque no se ve, es de noche, y es tarde

y te mira bien directo, mal, de frente,

se para de manos y te la agita

ahí nomás?

¿No saben?

¿No saben que todo es cuestión de voluntad,

de saberes nulos y obviedades,

como “shh”, “hmm” y “ohh, sí, bueno, dale”?.

Vamos, si estamos acostumbrados a pedir todo por favor

y agradecer con una mueca chiquitita,

¿no saben ustedes que puede uno empezar por retorcer errores

saltar desde lo alto de una metáfora

y caer por casualidad…

…bueno, ahí, donde vos sabés?


No.

Ellos no lo saben.

miércoles, 15 de febrero de 2012

Ñom, nom, grr

Me quedé sin tiempo para hacer lo que es debido
¡Carajos!
quiero besarte los dedos y hasta el ombligo.
dicen que hay que ser paciente y hasta inventarse el tiempo
pero yo me quedé sin tiempo y sin amigos.
Me quedé sin dulce y sin asombro;
por eso a veces prefiero teñirme la boca de rojo
y quedarme vacía de cualquier recuerdo
a fuerza de estampártelos en la sonrisa.
Dicen que lo callado siente apenas un poco,
yo digo que te quedes inmóvil que me da lo mismo.
Me quedé sin tiempo para hacer los deberes
y voy a empezar a sacarme la ropa
(de a poco, no te alteres, paisanito)
y a hablarle con malas palabras a todas las mujeres viejas,
¡Putas!

Dirty talk, I really love
cuando no me animo a pestañarte el ojo,
(and I've never done that)
Así que lo que te digo es que mejor
te acuerdes bien de mi boca en rojo
que las babas del diablo no se comen a los niños:
"ñom, ñom...
ñom...
ñom... grr"

jueves, 9 de febrero de 2012

Premonición

A veces hablás de vos y yo
y decís nosotros,
no sé si lo notaste, pero se me hace gracioso
y hasta divertido pensar en el pronombre
porque somos uno solo y otro solo
más solitarios que la soledad misma.
Después nos agarramos las puntas de las ideas
para tironear un ratito de complicidad
y muchas veces los diálogos se nos ponen platónicos
y jugamos a ser Sócrates
buscando una disgresión mínima
o una gran discusión estúpida
porque bueno, no nos sale ser Sócrates
y a mí no me sale ser yo misma.
No me sale dialogar sin una vista
de los ojos que se abren,
que contienen tus pupilas de algarrobo nuevo,
si no repaso esos momentos
en los que la palabra lo amerita
y empieza a decir disparates
en el borde de tus labios
y vislumbro soluciones en las que
no decimos más palabras
y no hay más que un par
y otro par
----------de labios,
pero son ideas nomás…
A veces uno comprende con los años
que besa mejor una palabra no dicha
y que los acuerdos provisionales
son una jugarreta de la mano que se extiende
y expira una gota de transpiración
que se le escapa al puño cerrado
de estar escondido en el bolsillo
guardando el gesto de la caricia que no te pude dar
(o que no quise dar)
porque te vi mirarme vencido.
Me acuerdo de esa mirada porque los ojos
dicen mentiras.
Es decir, tus ojos me decían una cosa
que más o menos puedo entender
pero tu cuerpo, tu cara, tu voz
me sonreían a destiempo.
Yo no sé qué es lo que pensás cuando estás tildado,
puedo imaginarlo (y lo imagino)
pero es más difícil porque me pongo poética
y me empiezo a acordar…
…de tus ojos.
¡De tus ojos!
Una mirada inmensa, de fijarse sin remedio en todo,
con ese par de ojos extraterrestres,
me pongo a escribir sobre tus ojos…
¡Sobre tus ojos!
Cuando es lo que menos quiero besar
la última parte de tu cuerpo que querría tocarte,
si tus ojos son un templo sagrado intransitable
como tu conciencia inmutable y prohibida,
con su torpeza de pescarme mirándote
¡a los ojos!
cuando es el último lugar de tu cuerpo
en el que pondría mis manos,
si mi sed de lluvia es otra,
si me pasa que al caminar a tu paso
sólo pienso en pintarte un recuerdo,
¿Qué es eso de pintar con colores?
Hay un color más intenso,
el color del olor a sexo,
ese color transparente y denso como atmósfera…
Si lo que verdaderamente me pasa
es que si te miro a los ojos con deseo
es porque me estoy imaginando que te veo desnudo
y nada más.

Pero tranquilo, si ya te vas acordar de esto el día
en el que se te gaste la epidermis

de tanta fricción.