sábado, 2 de junio de 2012

Conversación de sordos


No prestan atención
o no se entienden.
¿Se oyen? ¿se dicen?
¿se mienten?
Hay cosas que no se dicen
y eso me trae problemas:
disimular, reprimir,
vos disfrazado de
eunuco.

-Hola.

Conversación de sordos
(pienso en Beckett)
y en que al día de hoy no sé
sí alguna vez dijiste,
decís,
hacés
como un ingenuo
o si deshacés
inteligentemente.

Esta conversación de sordos
nos pasa regularmente.
aunque más por no decir

-¿cómo te está yendo últimamente?

que por la cruel sordera.

-“Racionalizalo como quieras”
debí significar
en vez de escribir
poemas.

Porque ya sabés (lo sabías)
yo no estoy sorda
vos no estás mudo

y siempre sabés dejarme el camino plagado de migas
para que venga a juntarlas como letras

-Ah, a mí siempre me gustó mirar la noche.

porque ya lo sabés (o lo sabías)
yo no estoy sorda
vos no estás mudo

y sólo por eso es que no me falta ni un fonema.

-No.

Dejarme tus miguitas es de canalla que no supo ocupar su tiempo,

-No.

y se entriste y se ensimisma en el juego de la
interpretación.

-¡No!

Y como todos sabemos, la decodificación  (-¡Nunca!) de signos en las relaciones sociales (-¡No puedo!) es un fenómeno que cada vez aleja más a los cuerpos ( -Perdoname.) y los desproviste de sensaciones humanas (-Es en serio.)
como así también los ensordece
-¡Pelotudo!
los calla
-¡Incoherente!
y les quita el sexo.
-¡Con locura!
Una picardía

-No te quiero.

de este juego

-Que te extraño.

de roles

(-No hay drama,
"che".)

Conversación de sordos:

yo te hablo
vos te hacés el distraído
y vaya a saber con qué idioma extraño me vas a responder luego

(…)

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