martes, 16 de julio de 2013

Hasta Tinelli y el Maipo




Hasta Tinelli y el Maipo no paro, 

no paro no, no paro,  porque es mi lugar. 

Estar en Vedetisima,  tener mi sex-toy  
como Moria Casán. 

Se los dije que iba a llegar.
-Zulma Lobato- 

  


Descubrí que muchas personas me leen en lo que va de la existencia
de este nidito de amor y letras.
Hoy, quiero dedicarles este triunfo de la escritura, a ustedes que están ahí
incondicional
o condicionalmente
a mis lectores
-a mis fans-.
Los que encuentran en su inicio de facebook el link, y entran.
Los que entran porque un amigo puso "me gusta" en una entrada.
Los que encontraron abierto el blog en la casa de un amigo y colgaron leyendo.
Los que creyeron que era un blog con fotos de mis tetas.
Los que cayeron googleando las obras de Max Beckmann .
Los que me escucharon recitar en alguna lectura de poesía.
Los que buscaron mi blog en google porque se los recomendaron.
Los que saben que escribo y me piden el blog.
Los  arties que estudian fotografía o diseño gráfico o cine.
Los filósofos.
Mis mejores amigas que hacen terapia y después me comentan "es-tal-cual".
Mis mejores amigas que no hacen terapia y después me preguntan "¿es-tás-bien?"
Mis mejores amigos que están friendzoneados y después me dicen "qué hija de puta".
Mis mejores amigos que nunca me tiraron onda y después me cargan porque los deliré.
Los que entran porque me bancan con cada gilada que escribo y me quieren mucho.
Los amigos de amigos que entran para adivinar a quién me garcho.
Los que entran a ver si escribí sobre cuando me los garché.
Los que entran para seguir el "momento a momento" de mi estado cuando terminé con alguien.
Los que entran porque saben con quién me acuesto y quieren saber detalles.
Los que entran pensando que escribo sólo sobre chongos y después divulgan rumores falsos.
Los que entran porque le pasaron el link diciendo "leé esto que está hablando de Fulano".
Los que quieren adivinar tamaños y resistencias.
Los que están desesperados por saber mi actual estado civil.
Los usuarios de Forofyl.
Los que me stalkean.
Los exs que buscan SU poema para contarle a sus amigos que una chica escribió sobre su pito.
Los exs que buscan SU poema para bloquearlo en su servidor de internet y no leerlo nunca jamás.
Los que se enamoraron de mí y necesitan leer cada entrada esperando encontrarse.
Los que se acostaron conmigo y nunca más, pero les divierte el morbo si hay algún guiño en algún verso.
Mi hermana Valeria cuando escribo algo "romántico".
Mi mamá, hasta que encontró un poema con alguna alusión al ser madre, y no entró nunca más.
Mis compañeros de secundaria, que se acuerdan que escribía en el colegio y ahora piensan que soy una sexópata.
Mis alumnos de sexto año que dicen que es como un decálogo del sexo y algunos, más hormonales que otros, que entran desde el celular en clase.
Mis alumnas de Humanidades, que piensan que mis poemas son una especie de turismo aventura.
Mi psicóloga, que después me da con un caño en terapia.
Los profesores cachondos que entran porque me quieren sacar tema de conversación para levantarme y decirme "qué lindo...que escribís."
Los  profesores correctos a los que les pedí por favor que me ayuden a editar un poemario.
Los profesores modernos que entran a ver si escribí un poema sobre cuando tuvimos sexo.
Los profesores buena onda que me leen porque se lo recomendaron otros alumnos.
Algunos compañeros de trabajo, que entran por curiosidad y después no me pueden mirar a la cara de la verguenza.
Otros compañeros de trabajo, que entran porque les pedí, y se matan de risa.
Un grupo de chicas que no conozco, ni sé cómo llegaron a mi blog, pero me siguen a todas partes.
Las feministas que encuentran algún efecto narcótico en poemas que tratan particularmente sobre hombres.
Los machistas que encuentran algún argumento para martirizarme.
Los otros poetas que entran porque les dije que era poeta y los estaba cargando.
Los que cayeron como conejitos porque les dije que había una zanahoria en esta entrada.
Los que creyeron que estaba escribiendo sobre ellos.
Los que saben que escribo sobre todo.
Los que entienden que escribo por necesidad y no tengo mucha opción al respecto.
Los que van a recordar este post y se van a reír más tarde.
Los que lo cerraron cuando empecé a hablar de pitos.
Los que lo siguieron leyendo para ver si los nombraba.
Y quedarán seguramente algunos que todavía no se sintieron aludidos,
pero tiempo al tiempo:
Hasta Tinelli y el Maipo, no paro;
no paro.

Es decir, que para leerme
primero tenías que ocultarte,
Pero si te gusta,
Cogote.
(leerte) te encanta.





2 comentarios:

Julián dijo...

gracias a vos por la poesía.

Yo te comento que llegué a tu literatura gracias a la recomendación de mi amigo Jeremías Lentini, así que el crédito va para él.

Quappi dijo...

Jeremías me mandó un ejército de lectores geniales, un capo, le mando un saludo.
Tus comentarios siempre me hacen reír.