domingo, 25 de mayo de 2014

Las mutaciones tristes



Voy a transformar toda esta pulcritud con la que digo en paciencia.

Voy a extirparme los ojos y de esos huecos sin vista vas a ver cómo van a salir chorreando papeles
y cartulinas de colores para recortar.
Voy a transmutar en orquídea, endurecerme sin perder la complejidad ni las vueltas de tuercas,
que serán mis nuevos pétalos y experiencias vertiginosas.
Cuando deje de ser orquídea voy a ser una madeja, que vas a poder desovillar como gatito
recorriendo los rincones creando entramados líneas laberintos.
Cuando deje de escribirte voy a devenir poeta, recorrer cafés bares bibliotecas
leyendo los papeles donde te subrayo y me extingo los tiempos de verbos
las metáforas, los versos
en fin, todo lo que hago cuando me quitás de vos.
Cuando gane los papeles orquídeas madejas poesía cuando te canses de jugar con el ovillo de lana
y te enredes entre las figuras geométricas que resultaron en las esquinas
y las cartulinas de colores se conviertan en retazos en el piso
y la orquídea marchita deje de ser flor
cuando en la poesía ya no hable más de vos
y me haya llenado de paciencia
y vos vuelvas a jugar con mis materiales
buscando la tijera para recortar y darle forma a mis cartulinas
el bricollage, la savia para humectar mi tallo
los dedos para desarmar mi ovillo
los nuditos tiernos del adiós,
cuando vuelvas a buscar tu nombre en la pulcritud
con la que te preservo y me exilio
vas a leerte en mis poemas
vas a ver un reflejo,
un cuidado extremo
una dedicación que te dejo, un beso con rouge
y con toda la paciencia que vengo ganando
voy a escribirte que ahí,
ahí yo ya no estoy.


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